El sábado estuve en el Museo Argentino del Títere. Actuaban una chicas que conocí en Guapachoza, Paula y Verónica, que junto con una tercera títiritera, forman LA COSA TITERES. En este caso, hacían la ultima de sus funciones de una peculiar versión del Retablillo de Don Cristobal.
El espectáculo esta bueno. Ellas manipulan bastante bien, usan bien las distintas técnicas y tienen un buen sentido del ritmo del espectáculo. El texto de Lorca es muy divertido y se mantiene genial en el tiempo, y me llegaron a la patata con la jota de la hiedra. "Quisiera, quisiera, quisiera ser hiedra... la que canta la París...
Pero me fuí pensando en otra mujer que conocí allí: Sara Bianchi. Una titiritera de 87 años, que lleva con mano firme el museo del títere, donde actuaban las chicas de La Cosa. Me acerque para saludarla, porque creo que Adolfo me había hablado de ella alguna vez, y estuvimos charlando un poquito. Toda una vida dedicada a los títeres y todavía no piensa parar. El día anterior había estado por el interior haciendo dos funciones y llevando una versión itinerante que tiene del museo, y aún le quedan muchas ganas de seguir viajando. Me insinúo que estaría encantada de que un festival de España la invitara porque desde el año pasado que estuvo en Salamanca, no había estado por allí. Qué animo, madre mía. Le dije que de mayor, yo quería ser como ella. Me dió muchos recuerdos para Helena y Adolfo, aunque no se muy bien si sabía de quién le hablaba, y me invitó a pasarme por allí más dias. Los primeros sábados de cada mes hay cine de muñecos y Sara espera verme allí el próximo sábado.
El museo, aunque aparece en la Lonely Planet, es un poco ruinoso: hay muñecos muy viejos; otros que se cayeron hace tiempo pero nadie se ha dado cuenta, y ahí siguen, tronchados; fotos amarillentas... es el reflejo de sus fundadoras.
Sara comenzó esta aventura titiritesca con Mané Bernardo y la foto de las dos cuando eran jóvenes, preside el hall del museo. No me atreví a preguntar sóbre Mane porque si es bastante probable que si tiene la misma edad que Sara, haya pasado a mejor vida. Después quise investigar sobre su paradero, pero lo único que encontré en Internet es que se fue de gira...mmm... me quedo como estaba.
Qué mujer más encantadora! Con una melena perfecta blanquita, garrillas de alfiler y chiquita, muy chiquita. Tenía que ser titiritera! Un placer conocerla, Sara.
